Por qué medito durante 21 o 43 minutos, ni más ni menos

Últimamente, en lugar de dedicar 30 minutos a la práctica, he estado meditando exactamente 21 minutos o 43 minutos. Con este simple cambio, me doy cuenta de que estoy meditando más de lo que lo he hecho en años.

Estos números no son aleatorios: 21 minutos es la duración de un programa de televisión de 30 minutos sin comerciales, y 43 minutos es la duración real de un episodio típico de una hora.

Ver la televisión no requiere esfuerzo y es algo a lo que nuestra mente no se resiste, incluso cuando estamos cansados. Por otro lado, nos resistimos a la meditación. Nuestra mente nos dice que no tenemos tiempo para el ritual, aunque probablemente podríamos dedicar la misma cantidad de minutos a ver la televisión. El estadounidense promedio ve más de cuatro horas de televisión todos los días, y eso no incluye el tiempo que pasa frente a otras pantallas.

Ahora, cada vez que trato de justificar mi salida de una sesión de meditación beneficiosa, me pregunto: ¿haría tiempo para ver un episodio de The Walking Dead, Breaking Bad o Game of Thrones? Si pudiera, tengo más tiempo para meditar de lo que creo: 43 minutos, para ser exactos.

Si no tengo tiempo para uno de esos episodios, pregunto: ¿podría ver un episodio rápido de un programa más corto, como Arrested Development, How I Met Your Mother o Friends? Si pudiera, tengo tiempo para meditar durante 21 minutos.

Cuando decimos que no tenemos tiempo para algo, lo que en realidad estamos diciendo es que no es una prioridad, o que no queremos hacerlo. Este simple intercambio mental lo ayuda a eliminar ese ruido, ya sea que se resista a meditar, leer un libro o salir a correr. El tiempo corre y depende de ti decidir cómo pasar ese tiempo.